jueves, 3 de abril de 2014

Diferencias, ¿sociales?

          Por suerte, a lo largo de la historia hemos avanzado muchísimo, aunque en los últimos años el avance sea mínimo e incluso en muchas ocasiones retrocedamos y volvamos a perder lo que un día conseguimos, pero lo que no hemos cambiado ha sido el dividir a la población en distintos grupos sociales, cosa que si cambiásemos seguro que cambiaría la mayoría de las cosas.

          Bajo mi punto de vista, considero que la diferencia fundamental entre clases es el dinero, pues es, a pesar de tratarse de unas simples monedas o papel, el mayor signo de poder y de prestigio, siendo capaz de otorgarnos títulos e incluso humanidad en algunos casos, pues hay quien tristemente sigue pensando eso de “tanto tienes, tanto vales” aplicándolo al dinero y deja de fijarse como debería en el interior de las personas.

          Para empezar, las partes en las cuales  se suele dividir  a la sociedad son las de ricos, pobres y clase media, encasillándonos en uno de esos tres grupos dependiendo única y exclusivamente del dinero que poseemos, cosa que no es justa y mucho menos si somos una sociedad en la que lo que predomina es la colectividad y no el individualismo.

          Además, otra de las consecuencias de que existan diferencias sociales es que la falta de solidaridad se nota más, pues los que llamamos ricos parece que a menudo se olvidan de aquellos que no tienen la suerte como ellos de tener dinero y los ignoran mientras que derrochan su dinero de formas la mayoría de las veces absurdas e innecesarias.

          Por último, esta división hace que nos centremos en subir escalones en la sociedad en vez de centrarnos en lo que realmente importa, que no es el dinero, ni mucho menos, sino luchar por ser felices, con todo lo que eso conlleva.

          En conclusión, creo que deberíamos conseguir entre todos que dejase de existir esta diferencia social, pues el dinero no lo es todo y si nos ayudamos los unos a los otros, aunque creando una sociedad un tanto utópica, nos iría mejor, que no es difícil.  

Risi