Ha tenido que ser Risi la que vuelve a escribir para picarme el gusanillo sobre este rincón olvidado...Como toda buena relación en dos meses este blog ya lleva demasiadas mentiras, así que como buen amante vamos a volver a ponerlo en marcha para solucionarlo.
Una mentira fue la promesa de hablar de cine que nunca llego, pues bien ya que nunca es tarde aquí va una entrada de cine. Aprovechando que hemos adaptado la fiesta de Halloween con todo lo que ello conlleva, he pensado en escribir sobre las películas de miedo. No me gustaría hacer mención al pasado y hablar sobre películas de sobra conocidas por su grandeza como "El exorcista", "El resplandor"...No, me interesa más bien la actualidad y mirar al presente de este género.
Cabe decir que hace unos años el asustar a la gente era bastante fácil, bastaba con efectos sonoros, iluminación, y un poco de sufrimiento del o la protagonista. Esto hoy en día es inviable. El más claro ejemplo lo podemos ver con la ya mencionada cinta del "El exorcista", ya que durante muchos años ha sido( y para mi sigue siendo) un icono del cine terror, y sin embargo los adolescentes del momento les parece poco menos que una comedía barata. Cuando antes se nos ponía los pelos de punta cuando la niña poseída se introducía un crucifijo por la vagina, ( perdón por la palabra vagina y perdón por la palabra crucifijo), ahora como mucho produce unas carcajadas.
Pues bien, teniendo en cuenta esto, y por lo tanto la dificultad que supone asustar hoy en día, pienso que hay muy pocos directores que lo consiguen, y ya que estoy hablando de terror, ( no de asco, intriga...), he de mencionar al que a mi juicio sabe hacerlo: James Wan. Es un chaval joven nacido en Malasia, y del cual aunque no lo sepáis seguro habéis visto alguna de sus cintas (Saw, insidious, Expediente Warrent...). Lejos de hacer peloteo, le quiero destacar por su dominio técnico, como alarga una secuencia dejando plano abierto, donde el espectador recibe un montón de elementos visuales, y por consiguiente no sabes de donde vendrá el susto. Domina también a la perfección la forma de concluir las escenas de tensión, alejándose de la típica subida de volumen tan usada en este genero.
En fin no os voy aburrir analizando lo que hace bien o mal, es más seguro que algun@ de los que puedan leer esto, me podrá decir que ha visto alguna de sus películas y que le ha dado el mismo miedo que Mary Poppins. Esta claro, el miedo es subjetivo, y no todo el mundo siente lo mismo ante determinados estímulos. Lo que si es más objetivo es el saber llevar este genero, y hay el señor Wan parte la pana.
Alvaro
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